La especie humana a la que pertenecemos tiene una antigüedad de unos 175.000 años, y el género humano, que comprende muchas otras especies humanas anteriores, tiene una antigüedad de unos dos millones de años. Durante la mayor parte de este tiempo hemos sido cazadores y recolectores. Hace tan sólo unos 10.000 años que algunos grupos comenzaron a domesticar las plantas y los animales, y eso incluye las gramíneas de las que quieres hablarnos en otro mensaje.
Nuestra especie humana, la única especie humana que existe en la actualidad, surgió en Africa hace, como digo, entre 150.000 y 200.000 años. No salió del continente africano hasta hace unos 70.000 años, en que comenzó a extenderse por Asia. Hace unos 40.000 años penetró en Europa, y hace unos 20.000 años en América. Durante todo este tiempo, convivió con otras especies igualmente humanas, pero que no pudieron competir con el homo sapiens y acabaron por extinguirse y desaparecer. Por ejemplo, existía en Europa una especie humana autóctona de aquel continente, mucho más antigua que la nuestra y bien adaptada a su entorno: el homo neanderthalensis, de unos 300.000 años de antigüedad. Pero no tenía nada que hacer frente al homo sapiens, y tras 5.000 años de convivencia, probablemente pacífica, desaparecieron hace unos 35.000 años.
Como saben los ecólogos, no puede haber dos especies distintas ocupando un mismo nicho ecológico. La especie mejor adaptada, la más apta, acaba "venciendo" a la otra en un proceso natural, una batalla no violenta, sino reproductiva. Nuestra especie estaba mejor preparada porque contaba ya con el aparato fonador que nos caracteriza, lo cual quiere decir que podía hacer gala de un lenguaje articulado similar al actual. El lenguaje es la herramienta más poderosa que existe a la hora de potenciar la cultura y la organización social. Nuestra especie tenía más éxito a la hora de organizarse en grupo para acorralar a los animales en desfiladeros naturales o en vallados artificiales preparados de antemano, o para empujar a las manadas hacia los pantanos o los precipicios. No tardaron en inventar y perfeccionar las armas arrojadizas, tales como el arco, la honda y el lanzavenablos.
Homo sapiens
Probablemente cuando los ancestros del Homo sapiens vivían en selvas comiendo frutos, bayas y hojas, abundantes en vitamina C, pudieron perder la capacidad metabólica, que tiene la mayoría de los animales, de sintetizar en su propio organismo tal vitamina; ya antes parecen haber perdido la capacidad de digerir la celulosa. Tales pérdidas durante la evolución han implicado sutiles pero importantes determinaciones: cuando las selvas originales se redujeron o, por crecimiento demográfico, resultaron superpobladas, los primitivos homínidos (y luego los humanos) se vieron forzados a recorrer importantes distancias, migrar, para obtener nuevas fuentes de nutrientes, la pérdida de la capacidad de metabolizar ciertos nutrientes como la vitamina C habría sido compensada por una mutación favorable que permite al Homo sapiens una metabolización óptima (ausente en primates) del almidón y así una rápida y "barata" obtención de energía, particularmente útil para el cerebro. El Homo sapiens parece ser una criatura bastante indefensa y como respuesta satisfactoria la única solución evolutiva que ha tenido es su complejísimo sistema nervioso central. Espoleado principalmente por la busca de nuevas fuentes de alimentación. Se ha sugerido la hipótesis de que la cefalización aumentó paralelamente al incremento de consumo de carne cita requerida, aunque dicha hipótesis no concuerda con el grado de cefalización desarrollada por los animales carnívoros. La habilidad humana para digerir alimentos con alto contenido de almidón podría explicar el éxito del homo sapiens en el planeta, sugiere un estudio genético
http://html.rincondelvago.com/especie-humana_1.
htmhttp://www.slideshare.net/Joaquinluceno/el-origen-de-la-especie-humana-presentation
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